Jesús dijo: ” Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve” (Lucas 22:27).
Como verdaderos discípulos de Jesús, nosotros también debemos servir a los demás.
Recuerdo, en 1982, una actividad planificada entre el Sacerdocio mayor y menor del Barrio Providencia, Estaca Las Condes.
Obispo Plinio no dejaba de manifestar su nerviosismo. En esta actividad se debía estar preparado espiritualmente o de lo contrario se saldría desanimado.
Fuimos un sábado a visitar a Sergio, un hermano del Quorúm de Elderes. El estaba en prisión en la Cárcel de Alta seguridad de Colina I, Santiago, Chile
Como verdaderos discípulos de Jesús, nosotros también debemos servir a los demás.
Recuerdo, en 1982, una actividad planificada entre el Sacerdocio mayor y menor del Barrio Providencia, Estaca Las Condes.
Obispo Plinio no dejaba de manifestar su nerviosismo. En esta actividad se debía estar preparado espiritualmente o de lo contrario se saldría desanimado.
Fuimos un sábado a visitar a Sergio, un hermano del Quorúm de Elderes. El estaba en prisión en la Cárcel de Alta seguridad de Colina I, Santiago, Chile
En tres vehículos nos trasladamos para ingresar a las 12 del día al recinto.
Los alimentos que llevamos por recomendación de gendarmería los alimentos debían venir en bolsas plásticas y no llevar ningún objeto metálico.
Al entrar pidieron nuestro cédula de identidad nos revisaron todo nuestro cuerpo para evitar el ingreso de algún objeto corto punzante o arma de fuego.
Una vez adentro, caminamos un largo pasillo de 70 metros de largo para ingresar por una puerta con 3 chapas metálica, al patio chico. Aquí los reclusos nos vendían cuadros y artesanía fabricadas por ellos.
Debíamos ingresar al gimnasio donde estaba la carpa de Sergio y cientos de carpas chica u hogares temporales de visitas.
Sergio nos vio y corrió a abrazarnos e invitarnos a sentarnos alrededor de una cocinilla donde su mama había preparado un almuerzo con tallarines.
Nos habían avisado antes de entrar al recinto carcelario que debíamos recibir todo alimento que nos diera Sergio, lo contrario era una ofensa para él y sus amigos. Se debía que tales productos eran muy escasos y de alto valor en dinero.
Sergio no dejaba de agradecernos por nuestra presencia.
Su hermano SUD, le había dicho que el Sacerdocio del Barrio se había preocupado por él.
Pidió que le colocaran su nombre en el Templo ya que su hermano le explico básicamente cual era su finalidad.
Antes de almorzar nos ofreció un mate o hierva con leche y que en la calabaza , este debía correr entre los del circulo que formábamos.
Nosotros estábamos callado y sorprendido que estando privados de la libertad, eran felices y con la esperanza que algún día sería beneficiado con la libertad.
Me vino a la memoria, por los hermanos(as) que habían pasado el velo y que estaban en la cárcel espiritual y cual era su sufrimiento y crujir de dientes.
Suspiré y recordé las escrituras que para ellos habían Profetas y Elderes que les predicarían el Evangelio de Jesucristo y que si lo aceptaban, lograrían la tan ansiada libertad.
Cuando se pierde la libertad en un ser humano, recién se toma valor lo que “se nos dio en un principio con el Padre”
Estuvimos dos horas con Sergio y entendí que valioso era ser un digno sacerdote magnificando nuestro llamamiento y poder bendecir a nuestra familia y semejantes.
La condena en prisión de Sergio fue a 10 años y por la buena conducta y favorecido por la Ley Cumplido, se le rebajo a 5 años que en 6 meses los cumplía. Hoy él es un excelente vendedor.
El Sacerdocio había sido restaurado a José Smith para conferirnos a nosotros y por testimonio, saber que es el poder Dios dado al hombre.
Jesús dijo: ” Mas entre vosotros no será así sino el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mateo: 26-27).
Los alimentos que llevamos por recomendación de gendarmería los alimentos debían venir en bolsas plásticas y no llevar ningún objeto metálico.
Al entrar pidieron nuestro cédula de identidad nos revisaron todo nuestro cuerpo para evitar el ingreso de algún objeto corto punzante o arma de fuego.
Una vez adentro, caminamos un largo pasillo de 70 metros de largo para ingresar por una puerta con 3 chapas metálica, al patio chico. Aquí los reclusos nos vendían cuadros y artesanía fabricadas por ellos.
Debíamos ingresar al gimnasio donde estaba la carpa de Sergio y cientos de carpas chica u hogares temporales de visitas.
Sergio nos vio y corrió a abrazarnos e invitarnos a sentarnos alrededor de una cocinilla donde su mama había preparado un almuerzo con tallarines.
Nos habían avisado antes de entrar al recinto carcelario que debíamos recibir todo alimento que nos diera Sergio, lo contrario era una ofensa para él y sus amigos. Se debía que tales productos eran muy escasos y de alto valor en dinero.
Sergio no dejaba de agradecernos por nuestra presencia.
Su hermano SUD, le había dicho que el Sacerdocio del Barrio se había preocupado por él.
Pidió que le colocaran su nombre en el Templo ya que su hermano le explico básicamente cual era su finalidad.
Antes de almorzar nos ofreció un mate o hierva con leche y que en la calabaza , este debía correr entre los del circulo que formábamos.
Nosotros estábamos callado y sorprendido que estando privados de la libertad, eran felices y con la esperanza que algún día sería beneficiado con la libertad.
Me vino a la memoria, por los hermanos(as) que habían pasado el velo y que estaban en la cárcel espiritual y cual era su sufrimiento y crujir de dientes.
Suspiré y recordé las escrituras que para ellos habían Profetas y Elderes que les predicarían el Evangelio de Jesucristo y que si lo aceptaban, lograrían la tan ansiada libertad.
Cuando se pierde la libertad en un ser humano, recién se toma valor lo que “se nos dio en un principio con el Padre”
Estuvimos dos horas con Sergio y entendí que valioso era ser un digno sacerdote magnificando nuestro llamamiento y poder bendecir a nuestra familia y semejantes.
La condena en prisión de Sergio fue a 10 años y por la buena conducta y favorecido por la Ley Cumplido, se le rebajo a 5 años que en 6 meses los cumplía. Hoy él es un excelente vendedor.
El Sacerdocio había sido restaurado a José Smith para conferirnos a nosotros y por testimonio, saber que es el poder Dios dado al hombre.
Jesús dijo: ” Mas entre vosotros no será así sino el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mateo: 26-27).
Servicio algo en que muchos debemos mejorar =D es muy importante el servir a los demas =D
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