"Otra Forma de Violencia Sexual"

OTRA FORMA DE VIOLENCIA SEXUAL
El turismo sexual es un problema que afecta gravemente a los niños y niñas, víctimas inocentes de traficantes y explotadores.

No es un tema contemporáneo e involucra a diversas culturas, el común denominador es un infante, habitualmente una niña y un hombre o varios que disponen de ella. Empapado en el silencio y en la complicidad de los adultos, la negociación de niñas para el turismo sexual ha sido denunciada insistentemente. Los apoderados de las infantes, las brindan a los clientes que las llevan con ellos para vacacionar juntos durante una temporada (práctica largamente descrita por revistas europeas), o bien cuando llega un tour de turistas a un país, chóferes que los trasladan o conserjes de hoteles reconocen a quienes pueden ofrecerles "el producto".

Cierta cantidad de estas niñas han sido víctimas del incesto por sus padres en los primeros años de vida, continuando con la experiencia hasta la pubertad, de manera que ingresan "en la práctica" conociendo la mecánica.

El lucro sexual comercial infantil en los países de América Latina y el Caribe, va en aumento por la cantidad de niños y niñas obligados a sobrevivir por sus propios medios o a contribuir con los ingresos a la familia, lo que explica el ambiente de abandono o situación de sobrevivencia en la calle de muchos de ellos.

Según UNICEF existen 100 millones de niños y niñas abandonadas en todo el mundo, y 40 millones viven en América Latina, si bien es importante que los países de la región impulsen el desarrollo del turismo como alternativa para el crecimiento económico, paralelamente es necesario desarrollar una estrategia de prevención del Turismo Sexual Infantil.

Para muchos extranjeros los países de Latinoamérica y el Caribe son baratos, resultan atractivos a las comunidades de pedófilos, corriendo la voz que se pueden encontrar niños pobres, rubios y de ojos claros. Algunos no planearon un viaje sexual, pero se les ofrece el "negocio". Otros viajan para relacionarse con adultos, pero "aceptan niños" y claro, también están los pedófilos que han planeado solo ese objetivo. Son personas instruidas, hombres de más de 35 años, de buen nivel económico de países desarrollados de Europa o de Estados Unidos.

El turismo sexual, la trata de personas y la prostitución infantil, son tres actividades que van de la mano, controlados por mafias criminales que operan en el ámbito internacional.

Desde cualquier punto de vista que lo miremos, la prostitución infantil es una de las prácticas más degradantes, igual que la existencia de clientes que hacen rentables estas actividades.

Fuente:Palomas de Papel