"¿Qué es la Conducta Compulsiva?"

Si bien todos tenemos peculiaridades y obsesiones pequeñas, algunas personas desarrollan ciertos patrones de conducta que les resultan angustiosos, penosos y molestos, pero cuya fuerza proviene de una ansiedad y una angustia subyacente que parece oponerse a toda voluntad. En esta condición, se sienten avergonzados por su conducta, pero temen a la ansiedad incontrolable que se presenta cuando se resisten a ella. Aunque la repetición de estas conductas proporciona cierto alivio, resulta peligrosa al desarrollarse rápidamente una adicción que conduce al aislamiento, a la depresión y a la soledad, impidiendo a los hijos de Dios el desarrollo de su pleno potencial y condenándoles a la miseria.

• Los obispos conocen este tipo de casos: personas que inexplicablemente y a pesar de todos los esfuerzos parecen condenadas a repetir la misma conducta una y otra y otra vez, cada ocasión con un grado mayor de peligrosidad y de riesgo, incluyendo en cada repetición nuevos elementos, en una escalada vertiginosa o gradual hacia su propia destrucción. Los obispos también conocen la medicina, y bajo la inspiración del Espíritu procuran aplicarla. No obstante, a veces tanto el afectado como quien le aconseja ven frustrados sus esfuerzos por una falta de entendimiento del mecanismo básico que genera la adicción y que está en el alivio de la ansiedad subyacente.
• ¡Pero el éxito existe! Existe la posibilidad de dejar de lado no sólo el pecado sino de también olvidar y dejar atrás la tentación y, como el pueblo del Rey Benjamín expresó, de perder toda inclinación a hacer el mal y disfrutar de "la paz que sobrepasa todo entendimiento" (ver los capítulos 4 y 5 de Mosíah).
• Existe la esperanza de que a través de la Expiación de Jesucristo y a despecho de la trayectoria pasada pueda el hombre superar sus inclinaciones y prepararse para una nueva vida, un nueva criatura en los brazos amorosos de nuestro Señor Jesucristo, quien "sufrió tentaciones, pero no hizo caso de ellas" y en todo se preparó para comprender, para ayudar, para salvar. Existe la luz al final del camino, y un número de los que han padecido de estos problemas y que, después de dejar pasar el tiempo suficiente, han podido convencerse de haberse librado por completo de ellos, se han vuelto para ayudar a otros, siguiendo la invitación alentadora y reconfortante del Señor a Pedro: "Y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos".
• En este número y el siguiente procuraré presentar a ustedes algunos recursos para quienes padecen este problema o para quienes, contemplando el sufrimiento de un familiar, un discípulo o de un amigo, procuran alcanzarle con amor y un pleno, un completo y amoroso entendimiento, a fin de que puedan enfrentarse con éxito a su propio Goliath, ¡y vencerlo!

En nuestra compleja sociedad moderna nos encontramos rodeados por varios mensajes que parecen atraernos en diferentes direcciones. Al intentar luchar con la realidad o cumplir con las expectativas ajenas, algunas personas caen en la obscura red de patrones de la conducta compulsiva. "Rompiendo el Ciclo del Comportamiento Compulsivo" sintetiza los hallazgos de un estudio de cinco años hecho por los autores John C. y Martha Nibley Beck.
Confiar en la expiación del Redentor es la manera, la única manera, en que el círculo vicioso de la conducta compulsiva puede romperse. A través de Cristo, las vidas de los comportamientos adictivos pueden cambiar y mejorar... El te ayudará a alejarte de las fuerzas que te empujan hacia abajo". Los que están experimentando los sobrecogedores efectos de un ciclo de una conducta compulsiva, en sí mismos o en amigos o familiares que enfrentan dichos problemas, encontrarán invaluable la ayuda que nos brinda nuestro Señor y Salvador.Aprenderán cómo ayudarse a sí mismos o a alguien a quien conocen a salir del círculo vicioso de la conducta compulsiva y volver al círculo de gozo que se encuentra a través de la expiación de Jesucristo.