"Cómo Reconocer el Amor (Parte 2)"

Conforme tratas a la persona, la atracción se va convirtiendo en amor. No hay otra forma. El verdadero amor lo despoja a uno del egoísmo y lo hace entregarlo todo, de una manera enteramente recíproca. Por ejemplo: está uno dispuesto a esperar para expresarse sexualmente, y no cuesta trabajo, en lo más mínimo, porque coloca uno a la otra persona por encima de la propia "necesidad" o deseo pasajero, sabiendo uno que así la relación será más bella y permanente.

Esto no es masoquismo, sino obrar por un propósito; como quien se priva de un gusto a fin de ahorrar para conseguir un objetivo. También, como expresaba, la relación es recíproca: el que da todo sin que su pareja haya dado nada a cambio, no está amando, como tampoco el que recibe sin dar nada a su pareja. Ese tipo de relación inequitativa se puede volver muy enfermiza con el tiempo. Al dar y recibir de manera recíproca, la relación se fortalece enormemente. Si uno es capaz de hacer esto POR PRIMERA VEZ PUEDE DECIR QUE ESTÁ ENAMORADO y que no es víctima, simplemente, de uno de los sustitutos del amor que tantas víctimas y heridas causan a nuestra gente.

Finalmente, el verdadero amor se conoce cuando descubres, amplia y honestamente, que puedes dar la vida por tu pareja y que ella está dispuesta a dar la vida por ti; como por ejemplo, al exponer su vida para darte un hijo. Eso es algo que se conoce mayormente dentro del matrimonio, y es allí donde debe conocerse.

Así que:

• Saber que se está verdaderamente enamorado es algo que requiere el paso del tiempo y que no se puede saber o darse por sentado inmediatamente. La simple atracción, moral o física, no basta para saberlo. Por intensa que parezca, es pasajera. El amor es más sutil, pero permanente. Es eterno. Es diferente "querer" o "gustar" de una persona que amarla verdaderamente.
• El que "no se atreve" a tratar a una persona; o que sólo desea poseerla; o que la cela con frecuencia; o que está con ella para no estar sólo, o porque siente la necesidad de acariciar y estar con alguien (quien sea); o que explota en ira o nerviosismo; o que desobedece a sus padres para "escaparse"; o que deja de comer y dormir y estudiar y se corta con pan bimbo las venas, o que se emborracha y martiriza; o que no puede esperar u obrar para su beneficio; no está realmente enamorado de ella, y debe esperar a crecer en su madurez interior y su autoestima, y fortalecer con trabajo su fe, antes de poder disfrutar de las mieles del amor. La que tiene un pretendiente así, debe de estimularle a crecer, como le gustaría que lo hicieran con ella, bondadosamente, antes de siquiera pensar corresponderle.
• Se debe distinguir al amor de sus impostores y sustitutos, muchos de los cuales no tienen nisiquiera que ver directamente con él
• El amor se solidifica y se hace permanente por medio de la reciprocidad. Esta constituye la característica más importante del amor: amamos al prójimo (o a la novia) como a nosotros mismos, o sea, en reciprocidad. Si nuestra autoestima es baja, levantarla es un prerequisito para el amor. Sólo se puede dar en proporción a lo que se tiene.