
Nunca subestimen a los que sean menos perfectos que ustedes. Nunca se molesten porque alguien no pueda hablar tan bien como ustedes, dirigir como ustedes, servir como ustedes, tejer, labrar o brillar tan bien como ustedes.
La Iglesia es una sociedad de mejoramiento mutuo con la meta de ayudar a todo hijo e hija de Dios a regresar a Su presencia. Una forma de medir el valor de ustedes en el reino de Dios es preguntarse: “¿Cuán bien estoy ayudando a otros a lograr su potencial? ¿Apoyo a los demás miembros de la Iglesia o hablo de sus faltas y defectos?”. Si critican a los demás, están criticando al reino de Dios. Si edifican a otros, están edificando el reino.
-Elder Joseph B. Wirthlin, "Lecciones aprendidas durante la jornada de la vida", Liahona, Mayo 2001